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La entrega de la cuarta edición de los Premios Iberdrola Supera se celebró el 29 de noviembre de 2023 en Madrid. Ha sido una gala llena de emociones, presentada por Nicolás Abad y Margarita Álvarez, y que contó con la presencia de Ona Carbonell, Lydia Valentín, Carolina Marín, Manu Carreño, Sandra Sánchez, Teresa Perales, Vicente del Bosque, Eli Pinedo, Paloma del Rio, Marta Arce, Susanna Griso, Jesús Carballo y Susana Rodríguez, todos ellos miembros del Jurado de Honor y de varias embajadoras de Iberdrola como Loida Zabala, Desireé Vila, Teresa Portela y Laura Fuertes, entre otras. Además, en esta ocasión el público pudo disfrutar de la Kata de mano de las karatecas Sandra Sánchez y Aldara Flores, bajo el poema de Andrea Valbuena, así como de la actuación de Sole Giménez.

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La empresa que da la oportunidad a personas con discapacidad de sumergirse bajo el mar: «Otro mundo»

Supera Inclusión, para la inserción de mujeres con capacidades especiales en la práctica deportiva, que ayudará a personas con movilidad limitada y/o trastornos sensoriales a experimentar la emoción del buceo de la mano de Marina Muñoz, en Canarias.

Cuando Marina y su marido decidieron lanzarse a la piscina y abrir el Centro Buceo Norteen Gran Canaria, lo hicieron para compartir con los demás la experiencia de la belleza subacuática. Su fauna. Los colores. Los sonidos.

La empresa nació hace ocho años y desde el principio sus fundadores tuvieron claro que todos, sin excepción, pudieran disfrutar de este tesoro de la naturaleza. Así que no lo dudaron. Se pusieron manos a la obra para lograr que personas con capacidades especiales físicas, auditivas y visuales no quedaran excluidas del privilegio.

Los premios Iberdrola Supera han reconocido la labor que Marina Muñoz, bióloga de profesión, y su marido llevan a cabo acercando el mar a todos los públicos: «El mar es un medio que atrapa bastante y para los amantes del mar es difícil permanecer lejos de él». Cuando se especializó en zoología, Marina supo que quería enfocar su profesión al gran azul y que quería que la experiencia de sumergirse bajo las aguas del océano debía estar abierta a todo el mundo, también para personas con discapacidades. Durante la formación para adaptar su centro y a sus trabajadores, explicaba Marina que ellos mismos tuvieron que experimentar el buceo como si tuvieran alguna de esas condiciones físicas: «El buceo es algo más que una experiencia visual, son las sensaciones de ingravidez, el sonido del agua, el sentir cómo se mueve el agua, las texturas… y la sensación de viajar a otro mundo«.