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Los protectores solares se han convertido en un elemento imprescindible en cualquier plan al aire libre, especialmente en verano. Además, en los últimos años el aumento de la concienciación sobre el peligro que conlleva la exposición de la piel al sol hace que el uso de las cremas solares sea cada vez más extendido.

Sin embargo, el uso de los protectores comunes tiene ciertas consecuencias graves en el medio marino; aquí te explicamos cuales son y como evitarlas.

 

Por qué los protectores solares son perjudiciales para el océano

Los protectores solares protegen nuestra piel de los rayos solares porque contienen diferentes químicos que actúan como filtros ultravioleta. Cuando aplicamos la crema sobre nuestra piel y vamos al agua, una gran parte del producto acaba desprendiéndose y yendo al mar.

Esto supone millones de moléculas de estos químicos que acaban en el mar. Concretamente, se ha demostrado que hasta 14.000 toneladas de protector solar acaban en el océano cada año.

El problema con estas cremas, al igual que ocurre con muchos otros cosméticos, es que contienen una serie de químicos, llamados filtro solares, catalogados como contaminantes emergentes, ya que aún no están incluidos en la legislación y por lo tanto no están controlados o monitorizados.

 

Sin embargo, algunos de estos químicos y los efectos que provocan en el medio marino, concretamente en los corales, sí que se conoce mucho mejor. Es el caso de la oxibenzona, octinoxato, los cuales han sido asociados al blanqueamiento de corales según diferentes estudios. A esto, tenemos que sumarle que algunos protectores actúan como disruptores endocrinos, es decir, químicos que modifican la composición hormonal de los organismos marinos, alterando sus ciclos de reproducción, alimentación, sueño, etc.

El Instituto Mediterráneo de Estudios avanzados realizó un estudio para evaluar el impacto de los protectores solares en el ecosistema marino. Encontraron que los componentes más comunes de los protectores solares estaban presentes en todas las localizaciones muestreadas y con concentraciones mayores en las capas más superficiales; además las concentraciones variaban a los largo del día lo cual implica que estas sustancias acaban desplazándose hacia todas las capas de agua e incluso hacia aguas costeras con menos afluencia de bañistas.

Además, determinaron que estas sustancias tienen efectos tóxicos sobre el fitoplancton marino, crustáceos, algas y peces. Esto reafirma el estudio del NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) de Estados Unidos, que concluyó que los químicos procedentes de los protectores solares afectan a diversos grupos de organismos marinos como: las algas, perjudicando su crecimiento y el desarrollo de la fotosíntesis; los erizos de mar, dañando su sistema inmune y reproductivo; peces, afectando a su fertilidad y reproducción; moluscos, provocando alteraciones en los juveniles; y delfines, donde se acumulan en los tejidos y son transferidos a los juveniles.

Por eso, a la hora de comprar un protector solar debemos evitar aquellos que contengan ingredientes como BHT, parabenos, oxibenzona y octinoxato.

Algunos países ya prohiben el uso de protectores perjudiciales

En mayo de 2018, Hawái prohibió la venta de protectores que contengan oxibenzona y octinoxato, siendo el primer estado del mundo en tomar una medida de estas características. Seguidamente, en noviembre de 2018, el pequeño país archipiélago de Palaos anunció la prohibición de vender y usar cremas que contengan químicos perjudiciales para el medio marino.

En febrero de 2019, la ciudad de Cayo Hueso (California) aprobó la prohibición de la venta de protectores con oxibenzona u octinoxato, aunque la prohibición no contempla todos los turistas que traen consigo sus propios protectores.

Alternativas sostenibles para proteger tu piel sin dañar el océano

Sin embargo, existen diversas soluciones para buceadores conscientes comprometidos con respeto a los ecosistemas marinos.

Algunas líneas de cosméticos están apostando por protectores solares libres de estas sustancias bajo la etiqueta “reef safe” (seguro para los arrecifes). Es el caso de la nueva línea de Babaria Coral Friendly. Estos protectores están fabricados bajo la normativa aprobada en Hawái que protege la aceleración del blanqueamiento del coral, eliminando las sustancias más nocivas y apostando por filtro solares orgánicos, con mejor biodegradabilidad. Están fabricados a partir de algas y cuentas con bloqueadores orgánicos como óxido de zinc y óxido de titanio, los cuales no se conoce que dañen los arrecifes de coral.

Además, puedes combinar el uso de cremas con otros elementos protectores como camisetas solares. En Buceo Norte podrás encontrar prendas de protección solar de Mares, como la camiseta Rash Guard, que ofrece una protección de UPF 50+, perfecta para reducir la cantidad de protector líquido que usamos en nuestros días de playa. Están fabricadas con un tejido muy ligero que se seca rápido y te aporta confort y protección al mismo tiempo.

El cuidado del medio marino es un asunto que nos incumbe a todos y con pequeños gestos a nuestro alcance, ¡es posible formar parte del cambio!